En este artículo exploramos las características de San Pedro ey cómo se lleva a cabo una ceremonia.
San Pedro es un cactus sagrado (Echinopsis Pachanoi o Trichocereus Pachanoi) que crece de forma natural en los Andes, sur de Ecuador, Perú y Bolivia y pertenece a la misma familia que el Peyote, en su interior contiene una variedad de alcaloides, entre ellos la mescalina.
La primera evidencia arqueológica se remonta a la cultura Chavín en el norte de Perú, donde se han encontrado artefactos que representan el cactus grabado en piedra, de hecho se piensa que el uso de esta planta se remonta a más de 3000 años atrás.
El cactus San Pedro no es una droga sino es una medicina sagrada que nos enseña a ser nuestros sanadores, nuestros maestros y nos conecta con la divinidad que está en nosotros, abre nuestro corazón y nos da una visión de perfección en todas las cosas. Expande la conciencia y abre las puertas del corazón a una conexión total con el amor y permite que la visión contemple las chispas divinas que se destacan en cada rincón de la creación porque cuando tomas San Pedro comienzas a ver todo con los ojos del corazón.
Su nombre de lengua nativa es Wachuma y los curanderos que lo usan se hacen llamar huachumeros. Ellos afirman que en el cactus San Pedro existe una entidad llamada «espíritu» que induce las visiones resultantes de su ingestión.
¿Cómo ocurre una ceremonia con San Pedro?
Las ceremonias se pueden realizar tanto de noche como de día, pero los mejores resultados se obtienen durante el día. Durante el día es posible mirar alrededor y ver la belleza del mundo y notar cómo todo está conectado: somos seres divinos y somos parte de la creación. La naturaleza determina las revelaciones y a la luz del día se puede ver con mayor claridad, por eso realizamos nuestras ceremonias al sol, porque San Pedro es luz. Es importante tener esta experiencia con un maestro de ceremonias experimentado, pues debe tener la capacidad de proteger el medio ambiente, orientar e intervenir en caso de necesidad.
Antes de la ceremonia, se debe seguir una dieta específica, sin alcohol, carnes rojas, grasas, especias y abstinencia sexual.
Una regla general para trabajar con la planta sagrada es: cuanto más puro sea el cuerpo y el espíritu, más poderosas serán la medicina y sus enseñanzas.
Nuestra intención también es fundamental: cuando el maestro de ceremonias nos entrega la copa, antes de tomar la medicina, es bueno concentrarse en sus intenciones puesto que esto ayudará a brindar mayor claridad y a nutrir las visiones internas.
La intención es una fuerza invisible, una herramienta poderosa y un aliado al que podemos recurrir y que ayuda a moldear nuestra vida y a moldear nuestra realidad.
La ceremonia durará unas 8 horas, pero la planta seguirá funcionando incluso después del final de la ceremonia.
¿Existe alguna contraindicación?
En algunos casos, es recomendable consultar a su médico antes de tomar la planta, por ejemplo si existen problemas de salud graves, enfermedades intestinales graves, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, diabetes o enfermedad mental. Estas condiciones no necesariamente le impiden tomar el medicamento también porque puede ser justo lo que desea tratar con San Pedro.
La integración de esta planta sagrada ayuda a dejar brillar nuestra luz interior, inspirando a otros a hacer lo mismo.
Las plantas sagradas son un portal a la sabiduría y la curación de las dimensiones superiores y es a través de esta conexión con el Gran Espíritu que liberamos nuestras Almas.